Algún tiempo atrás ví una imagen de caricatura vintage que decía algo como "Beer: helping ugly people to have sex since 1869... (el año no lo recuerdo con exactitud pero el resto es igual)" Al principio me causó un poco de risa la manera en que el sujeto se la imagen sostenía un gran tarro de cerveza mientras sonreía alegremente. Después me preocupó el hecho de que muchos tengan que embriagar a otros para lograr su cometido. Luego conocí una chica que adoraba estar borracha y se lo hacía saber a sus compañeros de parranda en turno para que le invitaran bebidas y así todos estaban contentos (momentaneamente), ella ebria y ligando desconocidos y los desconocidos concertando su próxima fantasía sexual (¡GULP!).
He aquí la imagen, era ésta y el año, 1862.
Hace poco tuve una experiencia sexual bastante interesante estando bajo efectos del alcohol. La verdad es que pudo haber sido mucho más completa y satisfactoria si mi compañero y yo hubieramos estado sobrios pero no fue así. Muchos de ustedes ya saben que el alcohol deprime el sistema nervioso central (o sea que después de soltarte un poco la lengua y deshinibirte con el sexo opuesto, le da "para abajo" a tu estado anímico, eso sin contar que disminuye los reflejos y la capacidad de captar sensaciones), oh si, todo un carrusel de estados físicos y emocionales. El hecho de que la mayor parte de las personas considere que el alcohol es estimulante o "afrodisiaco" (o al menos así lo perciban) puede deberse a su temporal efecto desinhibidor.
Esa madrugada, después de haber reflexionado durante un rato, concluí que no es bueno tener sexo estando alcoholizado. En algunos casos y a unos cuantos puede ayudarles a perder el pudor, pero para la mayoría, el desempeño o rendimiento físico es menor y ésto tiene sus consecuencias en todos los aspectos, también a nivel orgullo. Por lo tanto, les comparto lo que he llamado mis 5 poderosas razones para no tener sexo estando ebrio:
1. La decisión de tener relaciones no es tomada de manera completamente consciente y/o voluntaria. Aquí como hay muchos factores de por medio (presión social, presión de la pareja y algunas veces falsa sensación de compromiso con él/ella, que son maximizados por que el alcohol alteró nuestro estado de ánimo y percepción de la realidad) la decisión se toma a la ligera, sin pensarlo bien y eso no trae buenas consecuencias.
2. Los órganos sexuales fallan. Probado. El alcohol puede facilitar la aparición del impulso sexual, pero también inhibe partes del SNA (Sistema Nervioso Autónomo) implicadas en la respuesta de erección, dificulta el que ésta pueda llevarse a cabo y en consecuencia dificulta la penetración y el coito. Para las mujeres el alcohol actúa como un activador psicológico pero como inhibidor físico. Muchas veces el hombre va a poder lograr la erección, pero le será más fácil perderla. Eso puede ser frustrante durante una relación.
3. Estas en riesgo de hacer cosas que no quieres. Esto incluye una amplia lista: acceder a peticiones sexuales sin saber, sin querer o sin darte cuenta, tener coito sin usar protección, eyacular dentro de tu pareja mientras estás sin condón, tener sexo con desconocidos, tener sexo en público, y muchas otras, además de cometer alguna ridiculez o acto vergonzoso (y no sólo me refiero a vomitar encima de tu pareja o quedarte dormido/a mientras lo hacen...).
4. Y en alto riesgo de contraer enfermedades que nadie quiere. Reportes de investigaciones médicas señalan que un gran número de personas contrajeron una ETS de alguna relación casual o que no querían, mientras estaban drogados o ebrios. Los principales padecimientos adquiridos fueron VIH, gonorrea y sífilis.
5. Supongamos que tuvieron buena suerte y aún estando ebrios evitaron hacer el ridículo con su pareja o haberte forzado a ti o otro a tener sexo sin quererlo o sin protección y crearse una innecesaria preocupación por embarazo no deseado o por haberse contagiado de alguna enfermedad dolorosa y de difícil curación... ¡que alivio! pero recuerda quemuchas veces cuando uno está ebrio es muy difícil acordarse de los eventos que vivímos en ese estado. Si ya te libraste de todo lo malo, al menos conserva un recuerdo de lo que sucedió.
Para que recuerdes todo y que nadie más te venga a contar historias, conserva tu consciencia. Conoce tus límites, no te excedas ;)
Y sin intención de faltar a la ética ni ofender a nadie, comparto las siguientes
Anécdotas de personas que tuvieron malas experiencias sexuales y culparon al alcohol:
La srita Glow dijo sentirse tan feliz de haber podido irse con el chico que le gustaba y estar los dos "tan happys" que cuando vio que él se colocó el condón, ella se molestó y le dijo "¿¡qué es esto?!" y acto seguido, ella se lo quitó. El chico estaba tan ebrio que se rió de lo "ocurrente que era ella" y terminaron haciendo cosas sin nada de protección. Al día siguiente se arrepintieron mucho y días después aún seguían muy preocupados.
Una chica de seudónimo Darla llegó a casa con su novio después de una fiesta, ambos habían tomado mucho y ella comentó que se sentía "más enamorada que nunca" y tuvo la idea de dejarle hacerle sexo anal. Ella siempre quería pero le causaba temor y cuenta que la verdad al chico ni le interesaba ésta clase de práctica sexual. Pero en ese momento pensó que "estaría bien probar" y lo intentaron, sin mucho éxito de penetración porque luego él perdió su erección, aunque sí le causó a ella un ligero sangrado.
Para una anécdota completa, pueden leer La mañana siguiente (historia en 3 partes) publicada en este mismo blog en anteriores entradas.